los materiales que instalamos son los derivados de la profesión: la propia cerradura, cerrojos, bombillos, escudos, manillas, etc. Existen diferentes calidades y precios que nos proporcionarán una mayor o menor seguridad. La instalación combinada de diferentes productos nos cubrirá ante un más amplio número de amenazas, ya que la seguridad no depende de uno solo de los elementos. Por ejemplo: la instalación del mejor bombillo puede que nos proteja de ataques de habilidad pero, por caro que sea, sólo nos proporcionará tres o cuatro minutos más de resistencia ante ataques de fuerza que uno ordinario, a no ser que Lo protejamos con un escudo que impida su manipulación. Del mismo modo un escudo de seguridad acorazado nos proporcionará mucha mayor protección, es decir, tiempo, ya que es como se mide el nivel de seguridad, y siempre será preferible comprar uno de calidad superior que ofrezca resistencia a los ataques, incluso a los de taladro y radial que uno de calidad inferior que e muchos casos son sólo poco más que embellecedores y que pueden ser inútiles contra simples herramientas manuales.
Nuestro afán será siempre alcanzar el mayor compromiso posible entre seguridad y presupuesto y así evitar, en la medida de lo posible, ataques de habilidad y de fuerza, siempre teniendo en cuenta que la seguridad absoluta no existe.