La técnica de la Impresión es utilizada para crear una llave ad hoc que nos permite abrir la cerradura como si tuviéramos la llave original. Existen varias formas de aplicar esta técnica, la más laboriosa es insertar una llave en bruto en el cilindro y con vigorosos movimientos ir marcando la posición de los pitones, después se retira la llave y con la ayuda de potentes lupas se lima en las zonas señaladas, se vuelve a introducir la llave, y así se continúa con el proceso hasta que por fin conseguimos una llave que abra. El sistema es arduo y no apto para delincuentes, que apremiados por el tiempo, preferirán utilizar otros tipos de impresión, como unas láminas de aluminio flexible que se colocan sobre moldes que encajan en las diferentes cerraduras, o métodos más rudimentarios, como la introducción en el el cilindro de láminas de material deformable, siempre con el objetivo de que la combinación de la llave quede impresa y así poder abrir la cerradura. También utilizan la técnica de la impresión la ganzúa de borjas Magic Key y similares y la ganzúa Topolino para llaves de punto y otras.
Cuanto mejor sea su cilindro más protegido estará ante estos ataques, pudiendo incluso obtener total protección. Los escudos no impiden el uso de estas técnicas pero las dificultan. Los cilindros magnéticos y electrónicos debido a que no hay elementos con los que interactuar físicamente en el canal de la llave, son inmunes a la impresión pero no ante otros tipos de ataque. Algunos de los sistemas que permiten darnos de mayor seguridad ante la Topolino son los pines móviles o interactivos, la regata o pistas desmodrónica, que es el dibujo semejante a una serpiente que tienen algunas llaves y la inclusión de puntos en el lateral de la llave. Los cilindros de disco son imnunes a la impresión.